Los elementos o props, son objetos que nos permiten adaptarnos a cierta asana de una mejor manera, y así conseguir una postura más segura y más amigable para nuestra propia anatomía; una alineación más armónica, respetando nuestro cuerpo con las particularidades que tiene hoy.
Entiendo que es útil para aceptarse. Practicamos la presencia, el estar aquí y ahora, con una impronta curiosa y creativa. En clase hablamos de practicar con mente de principiante, o de mirarnos con ojos de turista. Disfrutando del proceso, sabiendo que las cosas no son estáticas y que poco importa lo que podía mi cuerpo hacer ayer o podrá mañana.
Observo lo que ocurre ahora, justo donde estoy, como si estuviera de visita en mi cuerpo. ¿Cómo se siente esta postura? ¿Qué espacios se habilitan en mí ahora? ¿Qué cosas me cuestan, y cómo reacciona mi mente ante las cosas que me cuestan? ¿Dónde mi cuerpo se resiste a adoptar una forma nueva? ¿Qué pensamientos y emociones se suscitan? ¿Cómo puedo organizarme para mejorar la calidad de mi experiencia?
Los apoyos nos invitan a aceptar el sostén que necesitamos, sabiendo que podemos organizarlo (construirlo, o pedirlo) nosotros mismos. Y luego sí, con los arreglos necesarios de mi espacio, abandonarme a la experiencia de mi asana. Que el yoga no es otra cosa que el encuentro con uno mismo.
Aquí explico brevemente los props más comunes, pero hay muchos más!
Nos permite alinearnos mejor cuando en algunas posturas no llegamos a tocarnos los pies (sin hacer cosas raras con el cuerpo para llegar no-importa-cómo). También se usa para mejorar la consciencia de las fuerzas contrarias en algún asana, por ejemplo en la postura de la pirámide.
En la foto, ayuda a la practicante a tomar su pie para que la alineación de la cadera sea la correcta, y hacer espacio para la panza, en la postura de janu sirsasana.
Tiene una función parecida a la del cinto, pero esta vez soportando nuestro peso. Sería como una prolongación de los brazos en casos de poca flexibilidad de isquiotibiales, en posturas como ardha uttanasana.
En la foto, también opera como una prolongación de los brazos, pero para dar más espacio y no comprimir la zona de los hombros en la postura de los célibes.
Se usa sobre todo en el yoga Iyengar, o en el yoga restaurativo (que deriva de éste).
Es un apoyo sólido y de gran tamaño, para cuando es más grande el área que necesitamos estabilizar. Nos brinda una sensación de apoyo seguro.
En esta foto, asiste a la persona en la versión restaurativa de paschimottanasana, habilitando más espacio para la respiración y el relax, sin comprimir tanto el abdomen.
Es una ayuda maravillosa para todos aquellos que tenemos algún problema en el cuello, o dolor a nivel de las cervicales. En posturas invertidas que normalmente pondrían bastante presión sobre las vértebras cervicales, nos da un buen apoyo, y sobre todo espacio. La sensación de compresión en el cuello disminuye, haciendo la postura mucho más cómoda y más fácil la respiración.
En la foto, vemos una practicante haciendo la postura del puente usando las mantas para dar más espacio al cuello.
La usamos para posturas en su versión restaurativa, como viparita karani, o como asistencia en inversiones que requieren un buen equilibrio y que normalmente dan miedo al principio, como sirsasana, la postura sobre la cabeza. Es un sólido apoyo que nos da seguridad, y nos permite relajar todo lo que no precisamos para sostenernos. También ayuda en el equilibrio en balances diversos, si la persona que practica tiene problemas de mareos, o poca fuerza para sostenerse en un pie.
En la foto, se muestra la postura de los pies sobre la pared, la versión restaurativa del asana viparita karani.
Tiene mil usos, desde hacer más accesible la práctica en general para personas mayores o con problemas de movilidad, hasta colaborar como asistente en posturas de equilibrio, o sostenernos para que el cuerpo integre la alineación correcta en asanas más complicadas.
Para quienes no pueden sostener peso sobre las muñecas, es una ayuda maravillosa para una versión adaptada de la postura del perro boca abajo por ejemplo.
En la foto, vemos una ayuda de apoyo en la postura de la plancha lateral.
Ya no de apoyo específicamente, es un elemento más bien de registro, de desarrollo de la conciencia del cuerpo. Con la ayuda de su peso, somos más capaces de registrar hacia dónde van las cargas en las posturas, y de sentir qué partes es oportuno relajar porque no las necesitamos para sostenernos.
En la foto, vemos los pies de la postura de viparita karani, y el peso de la bolsa de arena ayuda a una alineación correcta, ya que con ese peso extra sentiremos con más claridad cuál debe ser la posición de las piernas para una descarga más eficiente del peso hacia la cadera y el suelo, y así relajar los músculos de las piernas, que no necesitan trabajar.
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Te invito a explorar cada uno de estos elementos en tus asanas, y ver qué tal. Puedes contarme cómo te ha ido con ellos, al mail que figura en la parte de contacto de la web (siempre los leo!).